Continúa esta primavera lluviosa dándome un gran respiro en los quehaceres diarios, ya que podemos esperar unos días para empezar con los riegos y los abonados de naranjos, nogales y almendros. Y en el descanso del fin de semana reflexiono sobre las ocupaciones que hoy tienen los agricultores de nuestra tierra, que a todos nos benefician y que quizás no se les dé el merecido valor. Os cuento.
1. El agricultor moderno crea diversidad, ya que en la tierra calma siembra 2 ó 3 cultivos diferentes.
2. Si se dedica a cultivos leñosos como olivar, naranjo, almendro, nogal, etc., el agricultor está creando un ecosistema similar a un bosque, que ayuda a capturar CO2 del ambiente y contrarresta el efecto invernadero y el calentamiento global.
3. El agricultor de hoy en día dedica al menos un cinco por ciento de su superficie de cultivo a producción ecológica, a cultivos fijadores de nitrógeno o a barbecho.
4. El agricultor lleva un registro pormenorizado de cada tratamiento fitosanitario que se realiza en cada una de sus parcelas, con fechas, marca del producto, dosis, etc.
5. El agricultor conserva todos los albaranes o facturas de compra de fitosanitarios para poner a disposición de la administración en el momento que se lo pida.
6. El agricultor, a la hora de usar cualquier producto, se asesora primero por un técnico cualificado y autorizado por la administración.
7. El agricultor de hoy respeta las dosis y los tiempos recomendados por administración, fabricantes y técnicos para que los productos lleguen al consumidor en perfectas condiciones de seguridad alimentaria.
8. El agricultor hace lo posible por sacar sus cosechas con productos fitosanitarios cada vez más limitados, ya que los tratados internacionales buscan ante todo la salud del consumidor y el respeto al medio ambiente.
9. El agricultor toma agua de fuentes autorizadas y controla cada gota que consume, utilizando sistemas cada vez más eficientes como el riego por goteo.
10. Nuestro agricultor se especializa en el ahorro de energía, usando variadores de frecuencia, paneles solares, horarios nocturnos…
Por todo esto y por mucho más, cuando hablemos de nuestros agricultores, de sus campos y de sus productos, tengamos un respeto a su trabajo y profundicemos en una labor bien hecha. No sólo la agricultura ecológica es respetuosa con el medio. Una agricultura convencional bien encaminada y con conciencia es el futuro de la agricultura moderna. Defendámosla.
Fuente: Agriculturers.com
